18 de abril de 2015

LA BARCELONETA. Ciudad marítima

Itinerario a pie

Quando:
18 abril 2015 - 10.00h

Onde:
Barcelona - CCCB

 LA BARCELONETA LA CIUDAD MARÍTIMA
¿Cómo deben abrirse las ciudades al mar?

La acción municipal convirtió un puerto reservado a actividades mercantiles y unas playas llenas de chabolas en los espacios públicos más celebrados de la ciudad. La apertura de la ciudad al mar, sin embargo, puso en juego poderosos intereses que hacen peligrar los efectos democratizadores de esta transformación.

En cualquier ciudad del mundo, un sector situado entre la playa y el puerto histórico sería de los más caros y exclusivos. La Barceloneta, sin embargo, conserva aún el carácter popular de un barrio de clase trabajadora. Esta frágil excepcionalidad es fruto de una doble paradoja. Por un lado, la Barceloneta sufre unas presiones inmobiliarias y del turismo masivo que son fruto de la apuesta de la administración para convertir el espacio público en una herramienta democratizadora capaz de «abrir la ciudad al mar». Por el otro, lo que más ha frenado los procesos de gentrificación es la precariedad del espacio doméstico, ya que buena parte de las viviendas del barrio son cuartos de casa pequeños y sin ascensor.

En el lado de la playa, la intervención municipal retiró las barracas insalubres del Somorrostro para abrir uno de los espacios lúdicos más celebrados de la ciudad. La mejora que esta transformación ha traído a la calidad de vida del barrio se hace patente en el Hospital del Mar o en la Escuela Mediterránea, equipamientos públicos que gozan de una posición privilegiada en este frente marítimo regenerado. Sin embargo, promociones como el Hotel W —rascacielos de lujo edificado como infraestructura portuaria en suelo público ganado al mar— o la previsión de incrementar la edificabilidad de la primera línea de mar, hacen peligrar el efecto democratizador de la apertura.

En el lado del Port Vell, la administración promovió una transición en la que los muelles dejarían de estar reservados a actividades como la pesca o el tráfico de mercancías para constituir un espacio cívico abierto a todos. Pero esta operación, que alejaría el trabajo de los estibadores y pescadores de la Barceloneta, atraería también a grandes operadores comerciales e inmobiliarios que pondrían en entredicho el carácter público y abierto del puerto. Hoy todavía más, cuando la creación de una marina cerrada para grandes yates de lujo hace temer la pérdida definitiva del lugar. Al fin y al cabo, la apertura de una ciudad al mar pone en juego intereses muy poderosos. Por ello, no basta con proponerse abrirla si no nos preguntamos quién saldrá beneficiado.

Ver mais:
- http://www.cccb.org/es/itinerari-la_barceloneta_ciudad_martima-46828
- http://www.cccb.org/rcs_gene/dossier_itinerari_barceloneta.pdf

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